Rotor
Orquesta Sinfónica
Encargo de la Orquesta Sinfónica de Minería, 2017.
En el ámbito de lo académico, que es de importancia primordial en su actividad como músico, Enrico Chapela ha estado trabajando con la idea de resumir las técnicas de composición que ha desarrollado en los últimos años, la mayoría de las cuales están relacionadas con el uso de las matemáticas para la realización del material musical. Entre esas técnicas, hay una en la que ha estado concentrado de manera particular, y es el uso de estructuras simétricas en la composición.
Este dato es importante en el contexto de su trayectoria, ya que en obras como Lo nato es neta (2001-2003) e Ínguesu (2003), ya había utilizado este tipo de estructuras. En años subsecuentes, exploró otras vías de creación musical y recientemente puso de nuevo su atención en las estructuras simétricas, en buena medida porque el hecho de que contienen elementos repetitivos les confiere a los materiales una gran maleabilidad, de la que el compositor se aprovecha para realizar toda clase de transposiciones y transformaciones. Si usted cree, melómano lector, que detrás de esta decisión de Chapela hay complicadas razones teóricas, formales, filosóficas y estéticas, la verdad es muy distinta. Ante mi pregunta expresa sobre el tema, el compositor me ofrece esta sencilla y contundente respuesta:
Porque descubrí que me gusta mucho cómo suenan estas estructuras simétricas.
¿Hay acaso mejor razón para tomar un camino específico? El caso es que, al inicio de su exploración de estos asuntos, el compositor trabajaba con sólo tres de esas estructuras simétricas, y gracias a sus estudios doctorales, ha desarrollado otras trece, de manera que, como él mismo lo dice, ahora tiene mucha tela de dónde cortar. Sin embargo, no todo en la vida es matemática, ciencia, técnica y estudio profundo: también hay rock. Enrico Chapela comenzó a usar estructuras simétricas cuando tocaba la guitarra eléctrica en una banda de rock (metal, específicamente) llamada Profecía. Como tantas bandas de rock, Profecía evolucionó, cambió de estilo y, a la usanza tradicional en estos casos, cambió de nombre y se convirtió en Rotor. (Nótese que este nombre, además de su inevitable sugerencia de movimiento y ritmo, es un palíndromo, es decir, una estructura simétrica). Dato cronológico de referencia: Profecía sonó de 1991 a 1995, y ya como Rotor, de 1995 a 1997. Al inicio de su carrera como compositor, digamos formal, Chapela escribió una pieza para guitarra en homenaje a la banda, a la que tituló precisamente Rotor, y que más tarde descartó de su catálogo. En resumen: desaparece la banda, desaparece el Rotor para guitarra, y ahora el compositor está utilizando estructuras simétricas y palindrómicas, de modo que es de lógica impecable que su nueva obra sinfónica lleve por título Rotor.
Respecto al concepto de las estructuras simétricas que está estudiando y usando, Enrico Chapela menciona que se trata básicamente de encontrar todas las maneras en que se puede dividir la octava simétricamente. Y afirma también que el uso y desarrollo de tales estructuras lo ha llevado a obtener todas las alturas (es decir, las notas) de la pieza sinfónica. Además de ser eufónica y palindrómica, la palabra que da título a la obra de Chapela tiene una indudable asociación de movimiento que, según Chapela, puede remitir en la imaginación al rotor de un helicóptero, pero también al hecho de que la música metalera suele bailarse en el estilo del slam, que en algunas de sus manifestaciones implica movimientos circulares. Sirva esta observación para remarcar que, en su faceta de compositor de música de concierto, Enrico Chapela sigue firme y gozosamente anclado a su pasado rockero, razón por la cual la obra está dedicada a Pancho Guzmán, su amigo de la infancia quien solía ser el vocalisata de la banda de metal. Además, afirma estar satisfecho de haber entrado en una etapa de madurez en la que ya no busca reinventar su lenguaje en cada obra, sino que ha encontrado uno que puede retrabajar y perfeccionar en obras sucesivas. A esa madurez y estabilidad del compositor ha contribuido en buena medida el haber cumplido cuarenta años y haber tenido una hija.
Rotor le fue encargada a Chapela por la Orquesta Sinfónica de Minería. El compositor comenta que recibir este encargo fue como cumplir el sueño guajiro de cualquier compositor, dada la bien conocida calidad interpretativa de la OSM. El 15 de julio de 2017, la Orquesta Sinfónica de Minería estrena Rotor, bajo la batuta de su director artístico, Carlos Miguel Prieto.
Años después, Chapela retoma la partitura de Rotor y hace una revisión de la obra, con el objetivo primordial de dejarla lista para su grabación. Esta grabación de Rotor fue realizada en 2023 por la Orquesta Sinfónica de Portland dirigida por Eckart Preu, y está incluida en un disco dedicado (venturosamente) por entero a la música sinfónica mexicana, que incluye también Máscaras de Arturo Márquez (1950) y Ángeles de llama y hielode Ana Lara (1959).
Juan Arturo Brennan
Interpretaciones
Sala Silvestre Revueltas, Orquesta Filarmónica de la Ciudad de México. Diego Naser, director.
Sala Silvestre Revueltas, Orquesta Filarmónica de la Ciudad de México. Diego Naser, director.
Merill Auditorium, Portland, ME, EUA, Portland Symphony Orchstra. Eckart Preu, director.
Merill Auditorium, Portland, ME, EUA, Portland Symphony Orchstra. Eckart Preu, director.
Terrace Theater, Long Beach, CA, Long Beach Symphony Orchestra. Eckart Preu, director.
Sala Nezahualcóyotl. CCU, Ciudad de México, Orquesta Sinfónica de Minería. Carlos Miguel Prieto, director.
Estreno Mundial. Sala Neza, CDMX, Orquesta Sinfónica de Minería. Carlos Miguel Prieto, director.
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