La voz humana es el instrumento musical más sorprendente que existe, capaz de producir una gran variedad de sonidos. Diferentes culturas han desarrollado diferentes aspectos: la polifonía de la música occidental, la exploración de la tabla india de los sonidos de percusión onomatopéyicos, las melodías del Medio Oriente que requieren un control fino sobre los microintervalos y los cantantes de la garganta de Tuvan que dominan el arte de la producción de armónicos.

​

La música ha sido llamada el lenguaje universal, dado su increíble poder para la expresión emocional, y la voz de canto como el instrumento universal. Por otro lado, la expresión del lenguaje hablado se limita al conocimiento de la semántica y se limita a un conjunto de fonemas válidos, por lo que al separar el habla del lenguaje, todo el potencial de la voz humana puede satisfacer las necesidades de la expresión musical. El Alfabeto fonético internacional (IPA) transcribe el habla en símbolos que se aplican a todos los idiomas, por lo que es una herramienta ideal para la composición fonética.

​

Polifonética es un concierto para sexteto de voz y orquesta de cámara que se basa únicamente en la fonética abstracta, evitando el uso de palabras significativas, por eso se concibe como un concierto para voz y orquesta, en lugar de un ciclo de canciones. El trabajo se divide en tres movimientos, cada uno dedicado a diferentes variables de la música: el primer movimiento explora el tono, el segundo se centra en el timbre y el tercero en ritmo.